jueves, 22 de octubre de 2015

Cuentos y poemas de 6to y 7mo grado

Los chicos de sexto y séptimo festejamos la primavera escribiendo cuentos y poemas.
¡Es divertido jugar con las palabras!






La primavera besaba

La primavera besaba
Suavemente la arboleda
Y el verde nuevo brotaba
Como una verde humareda.

Las nubes iban pasando
Sobre el campo juvenil
Yo vi en las hojas temblando
Las frescas lluvias de abril.


Antonio Machado



En búsqueda del tesoro

Ulises Ariel Ugarte es un comandante retirado de la Fuerza Aérea Argentina .Alto, delgado y castaño es un héroe de la guerra por las islas Malvinas. Valentía, cultura y sagacidad   son sus principales cualidades por la que lo conocían todos en su barrio.
También lo era para Alfredo Freire un barrendero gordo y simpático, amigo de todos en su  barrio.
Cierto  día en las calles del suburbio, Alfredo Freire encontró un sobre viejo y bastante sucio .Al abrirlo halló una carta que no pudo terminar de comprender. Por tal motivo acudió al comandante Ugarte quien concluyó  que se trataba de un tesoro escondido en la isla  Antigua  y Barbuda.
Inmediatamente, el comandante Ugarte llamó a antiguo camarada, dueño de un  avión Cessna, y pocos días después Ugarte y Freire aterrizaban  en las extensas playas de dicha isla .Acto seguido, se dirigieron al barranco grande a donde encontrarían una roca  hexagonal que los llevaría hacia el tesoro. Luego de recorrer la hondonada durante unas horas,  Ugarte y Freire  dieron  al fin con la roca. Buscaron por arriba, a los costados y atrás pero no encontraron nada. Justo cuando el desencanto se apoderaba de Alfredo Freire, al sagaz comandante Ugarte se le ocurrió que no se  habían  fijado bajo la roca. Con esfuerzo la corrieron y encontraron un pozo profundo en el que se hallaba el tan buscado tesoro. Alfredo Freire corrió hacia el cofre cuando el comandante gritó con tanta fuerza que Alfredo quedó paralizado. Antes de abrirlo, dijo nervioso el comandante, deberían leer cuidadosamente la advertencia en el mensaje.
“Si quieren conservarlo, antes de apoderarse de él deberán hacer un pacto de lealtad entre todos los que lo  encontraron y lo repartirán en partes iguales o la maldición del ambicioso caerá sobre ustedes “.
Ambos caballeros, así lo hicieron.
No  solo repartieron el tesoro sino que sellaron una amistad para siempre.
Alfredo Freire creó su propia empresa de limpieza y el comandante Ulises Ariel Ugarte cumplió el sueño de cualquier piloto: compró su propio avión moderno y se dedicó a recorrer el mundo.
                                Julián Goldemberg


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El tesoro de Tutankamón
Cierto día, Nico, cazador de tesoros, estaba en una de sus grandes aventuras. Él andaba buscando la monumental y oculta pirámide de Tutankamón, el lejano faraón egipcio.
Cuando llegó donde aparentemente se encontraba el tesoro, no vio lo que todos nos esperábamos, sino que halló un cofre que contenía  un papel amarillo y arrugado el cual indicaba el camino a un destino escondido en una isla del Mar Caribe.
Nico al volver a su hogar reunió a todos sus amigos. Él les iba a proponer que lo acompañasen en su travesía. Ellos eran: Will, profesor de matemáticas,  Wayne, un médico español, y Bruce, un boxeador.
Cuando Nico les propuso aquella aventura, todos en un principio tuvieron ciertas dudas pero finalmente aceptaron. La aventura habría comenzado el 16 de Junio de 1969.
Todos prepararon víveres  como para tres años. Finalmente se juntaron en el viejo muelle de la ciudad de Brockfield. Su viaje no iba a ser ni en barco ni en avión, esta expedición se llevaría adelante en un moderno submarino.
Ellos creían que su curso era el correcto pero no fue así. Al llegar a la isla no vieron más que árboles y yuyos. El sistema de orientación que usaron fue dividir la isla en Norte, Sur, Este y Oeste. De esta manera se separarían para buscar pistas en todos los rincones de la islita.
Nico fue hacia el Norte, Will caminó hacia el Sur, Wayne recorrió el Este y Bruce fue al Oeste. Si alguien encontraba algo tiraría una bengala al cielo.
La búsqueda fue larga hasta que de repente una brillante luz acompañada de un estrepitoso ruido  resonó en lo alto del cielo. Todos corrieron a donde estaba Will. Los amigos se  encontraban sorprendidos ¡No era el tesoro lo que Will había encontrado! Sino un COLONO…
Ese extraño hombre se llamaba Roberto.  Era un geógrafo quien no estaba en estado salvaje, todo lo contrario se lo veía como si recién hubiese llegado, era realmente amigable. Los cuatro hombres le entregaron el papel. El geógrafo les dijo que se habían equivocado de isla. Entonces lo iban a llevar con ellos, así les indicaría el camino correcto.
Él los condujo con habilidad y destreza, sin lugar a dudas conocía muy bien aquellas tierras y entonces  tropezaron con el famoso tesoro de Tutankamon. Roberto sacó un mapa y exclamó que la isla en que se encontraban era “Antigua y Barbuda”.
Cuando regresaron ellos y el geógrafo se volvieron millonarios, pero como ninguna persona necesita tanto dinero para vivir, se ocuparon de financiar a todo aventurero que tuviera el anhelo de conquistar viejas leyendas.
Se cuenta que tuvieron tanto pero tanto éxito que Indiana Jones les debe su gloria y su fama.
           Nicolás Lopez
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La amistad

La amistad es el fuego,
Que derrite el hielo de la vida.
La amistad es el agua
Que riega cultivos de secano.

La amistad es el viento,
Que sopla el polvo de la mente.
La amistad es la lluvia,
Que riega las flores de mi corazón.
                                                           Candela Bravo                                                           

 ------------------------------------------------------------------------------------------------------------                                                                  -Mezcla de personajes

Una vez en el castillo de Maléfica, Blancanieves iba a buscar agua al pozo cuando apareció la Cenicienta con su príncipe. Blancanieves se enamoró de él y mientras ella dormía apoyando su cabeza sobre una almohada de cenizas, se llevó al precioso joven a una casita del bosque.
Al otro día llegaron los siete enanitos que regresaban de trabajar. Se asustaron mucho y también se sorprendieron cuando vieron al elegante chico y a Blancanieves descansando en sus camitas. Sucedió que  uno de ellos comenzó a cantar con la idea de despertarlos, entonces todos se saludaron y mientras preparaban el desayuno se contaron  lo ocurrido.
Mientras tanto, en el barrio se comentaba que Cenicienta  había unido fuerzas  con la reina mala para castigar a Blancanieves. Al escuchar tan incómodos comentarios huyeron hacia la más densa arboleda donde se cruzaron con Caperucita Roja. -¡Ayúdanos! Suplicó Blancanieves. Los fugitivos le agradecieron cuando Caperucita los llevó a la casa de su abuelita que en ese momento estaba de vacaciones en compañía del lobo feroz. De repente llamaron a la puerta. Era la reina mala que habiendo preparado una poción localizadora los había encontrado con relativa facilidad. Por suerte llegó Harry Potter quien usando su varita mágica la hizo desaparecer. Todos fueron al parque a comer galletitas muy felices porque el peligro, por el momento, había pasado.
                                                                              Agustina Rivero
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                                                       La plantita marchita.
La vida es más poderosa que la muerte…

Yo tenía una plantita
Que me quería un montón
Un día estaba marchita 
Se me rompió el corazón.

No podía resistir,
Yo la quería revivir
Para mañana competir
Y  que ganara mi jardín.

Después al regarla
Mejoró con el agua
¡No lo van a creer!
¡Parecía un paraguas!
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Caperucita Roja y el Helicóptero


Un día Caperucita Roja estaba en la casa de la mamá. Visitaría a su abuelita para hacerle algo de compañía. La madre, antes que la niña se vaya, le entregó un pastel de manzana. Cuando Caperucita caminaba en la espesura del bosque se encontró con un helicóptero. Como ella sabía volarlo se subió para cruzar el cielo y evitarse la caminata. Cuando faltaba poco para llegar al domicilio de la anciana, esta escuchó un ruido muy extraño, salió de la casa y vio a su nieta en un artefacto volador por lo cual la veía muy pequeña y exclamó:-¡Qué ojos tan chicos tienes! ¡Qué orejas tan chicas también! Caperucita logró aterrizar, bajó, le dio un beso y la tarta a la mujer y se fueron a pasear en la nave despertando la curiosidad en todos los personajes del cuento.
                                                                                                                   Ramiro Reguero
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La casa de los Watson
Había una vez un chico llamado Matías que tenía diez años y un padre que era un escritor famoso. Además tenía una bellísima esposa llamada Sofía quien era una joven italiana y muy hermosa. Todos juntos habían formado una familia a la cual también pertenecía Camila, la hermana de diecisiete años. Un día los chicos iban a la escuela cuando de repente escucharon que hablaban de una noticia espeluznante: en la conocida casa de los Watson se habían encontrado a cinco personas heridas, muy lastimadas. Se decía que esa residencia estaba maldita y habitada por los espectros de la familia Watson. Los Díaz se enteraron de esa novedad y quisieron saber de qué se trataba, entonces se acercaron al inmueble con la intención de poder descubrir alguna pista. Cuando llegaron vieron una construcción maltratada y destruida. Ignorando la prudencia entraron algo asustados y se sorprendieron quedándose sin aliento al ver a una chica fantasma apoyada en la puerta. La familia notó que estaba inmóvil. Después de esto intentaron hallar datos, subieron las escaleras hasta la habitación del primer piso donde observaron un martillo con sangre ¡Era la sangre de las cinco personas encontradas! Exclamó Matías. Sus acompañantes le dieron la razón, sin embargo y por desgracia, el caso de la casa de los Watson jamás se resolvió.
                                                                                                                        Federico Ricardi

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Sueño de libertad

El arpa suena,
En la montaña serena.
El cuadro cobra vida,
En el museo, al anochecer.

Sonrío al actuar comedias…
¡Bailar es euforia!
Lloro al actuar tragedias.
Cantar no es siempre alegría…

Escribir poesía.
Dibujar la vida.
Pintar un cuatro con notas musicales.
Hacer bellas las artes…




Recitar poemas anónimos… (De épocas pasadas)
Visitar el museo… (Soñar despierto)
Escribir música… (Acariciar la fama)
Cantar libremente...
Libremente…
Libremente…
                               Morena Dausu